Make my soul turns warm.-

Un solitario café junto a unas galletas olvidadas esperan a ser el gran deleite matutino de algún individuo. Fuera, caen las gotas de la inesperada lluvia. Las gotas traviesas quieren colarse por dentro del calor de las acogedoras recamaras pero una lámina transparente se los impide, pero lo que no les impide, es ver a la chica solitaria que se encuentra disfrutando un delicioso café. Mmm, café, droga de muchos mañaneros que recurren a sus aromas que hacen desaparecer a los retos de ensueño nocturno para luego poder afrontar el gélido clima que los aguarda, listo para filtrarse por las bufandas, para posar diminutas partículas de frío sobre las pequeñas narices de las personas, para congelar aún más el alma de algunos y para llenar de felicidad el alma de otros. Ese, pues, es mi caso. Soy una chica del frío, sísí. Y muy orgullosa de serlo. También soy una ferviente amante y defensora del afrodisíaco café (Se puede decir que me tiene hipnotizada), sus aromas que engañan a pobres chicas como yo, a las cuales luego jamás deja que lo abandonen. Justamente, en este preciso momento, estoy disfrutando de uno de ellos, para afrontar una materia que me genera cualquier tipo de desagrado en el mayor nivel que imaginen: Marketing. Nunca pensé que sería tan desagradable, pero si lo es. Y una vez más, puedo decir, que no estoy hecha para las materias contables. Se que Marketing, es mucha imaginación, tener la mente MUY abierta, pero si vamos al final del túnel, veremos que la luz que refleja no es más que una estrategia para que ciertas empresas pisen a otras en materia de consumo. Repito, y no me retractare jamás, odio la orientación economía. Pido a gritos volver a mi Humanidades querido. Nunca te olvidaré.

Ando teniendo días de reflexión, de pensar, de analizar, de comprender o intentar entender ciertas pautas de la vida, ciertas condiciones que me plantea y curiosas situaciones que me hace afrontar, y te digo querida vida, a veces, no te entiendo.

Miren, les soy sincera, tengo que estudiar, por más que sea una de las materias que más desagrado me genera, pero la debo aprobar.

Sin más que decir, mis saludos para los amantes del grano de café y para los que no lo amen, pues que sean felices con el Té.

Yo, por mi parte, me voy a la cama con la mejor compañía, mi café.

Sonia y la cafeína.